jueves, 29 de abril de 2010

Darse cuenta de lo que realmente pensamos

A lo largo de nuestra vida vamos asumiendo una serie de creencias sobre como son las cosas, que asumimos como absolutamente cierta y modelan nuestra conducta y nuestros pensamientos de una manera no consciente. La mayor parte del tiempo nos comportamos rutinariamente, conforme a hábitos y tomamos decisiones rápidamente con poca información. Nuestro cerebro está estructurado para establecer patrones, hábitos, rutinas, tanto en las acciones como en la manera de pensar.
Tenemos en nuestro cerebro un núcleo "duro" de creencias que nos "guía" en la vida cotidiana, son creencias sobre como son las demás personas, como es el mundo, lo que podemos conseguir o no, cómo somos nosotros mismos, que condicionan nuestra vida y nuestras relaciones sociales.
Estas creencias controlaran nuestro comportamiento (si actuamos automáticamente), sin que nos demos cuenta, solemos dar explicaciones del comportamiento a posteriori, porque el ser humano es básicamente un constructor de historias.... y lo hacemos muy bien.
Podemos hacernos conscientes de nuestras creencias, solo tenemos que prestar atención a lo que decimos en determinadas situaciones, lo que para nootros es importante, lo que siempre nos han dicho en la familia....las creencias vienen de nuestro entorno cercano.
Reflexionar sobre temas morales, (realmente porque consideramos algo adecuado o inadecuado y bajo que circunstancias...buscando todo los matices) o culturales (por que una costumbre es mejor que otra, ejemplo los horarios de las comidas...), intentar entender otros puntos de vista... pero sobre todo no contentarse con el porque si, buscar razones para como tienen que ser las cosas nos ayudará a desarrollar un sistema de creencias más racional y que nos ayude más a ser felices, a poder tener mejor concepto de nosotros mismos y de lo que podemos conseguir en la vida.
La mayor parte de las limitaciones son creencias, aunque si bien es cierto que no podemos volar, también es cierto que un austronauta es un ser humano como cualquier otro, (que con una buena situación de oportunidad de base) sobre todo creyó que lo conseguiría.
Existe un artículo en la revista "Mente y Cerebro" nº40/2010 "Sesgos del inconsciente" muy interesante sobre este tema.
También leer algún libro de Albert Ellis donde explica las ideas irracionales que están en la base de algunas patologías (sobre algunas de esas ideas hablaré más adelante en este blog), puede resultar interesante para reflexionar sobre este tema.
Voy a poner un ejemplo de creencia erronea muy vanal: Cuando estaba aprendiendo a cocinar, un día mi madre me dijo que los garbanzos debían ponerse en remojo en agua caliente y a cocer sin sal o no cocerían, las alubias se ponen en remojo en agua fría y se ponen a cocer con sal porque sino no cuencen..... bien, durante un tiempo lo hice así, pero como soy muy despistada y suelo tener prisa con el tema de la cocina, en varias ocasiones me equivoqué y .... tanto los garbanzos como las alubias cocían igual (y me salen muy ricos), así que ...pongo los dos en agua fría a remojo y los cuezo con sal....
Muchas de las cosas que hacemos son pura manía, pensando un poco podemos ir dándonos cuenta de lo que realmente importa y lo que no son más que diferentes maneras de hacerlo.
Tenemos una tendencia natural a establecer relaciones de cuasa-efecto, está en la base del aprendizaje y esto podría explicar porque a veces generamos creencias tan sofisticadas sobre como hacer las cosas, pero siempre podemos usar nuestra capacidad de pensar y analizar para evaluar nuestras creencias, hábitos, acciones....

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