martes, 18 de mayo de 2010

Busca soluciones no culpables

Cuando afrontes un problema busca soluciones no culpables.
Existen dos formas básicas de afrontar los problemas, una es buscar culpables ¿¡Quién fue?! y la otra es buscar soluciones. Por desgracia en un porcentaje mucho mayor de lo que debería ocurrir se buscan culpables lo cual no solo no soluciona el problema sino que lo agrava. Porque una vez que encuentras al culpable ¿qué haces? ¿le pegas una paliza?, cualquier persona que cometa un error ya está lo bastante abochornada sin necesidad de que la señalen con el dedo y le digan ¡FUISTE TU, malandrín!
En cambio si se buscan soluciones el problema se solucionará (si es que eso es posible), y además se da a las personas la posibilidad de aprender en el caso de que fuera un fallo humano, además no se fomentan las situaciones de vergüenza, ni de sentimientos de culpa....

Mejor escribe que habla

Cuando se tiene un problema es mejor escribirlo que hablarlo. Conversar con alguien sobre un tema que te preocupe en el mejor de los casos no tiene efecto alguno, en el peor puede incluso ser contraproducente porque cuando estamos en grupo tendemos potenciarnos unos a otros. Si yo te cuento un problema que tuve en el trabajo con otra persona tu oirás mi versión y tenderás a reforzar mi posición lo cual puede empeorar entre bastante y mucho el problema.
Cuando ponemos por escrito un problema el proceso cognitivo es completamente diferente a cuando hablamos. Por escrito tenemos que organizar mejor la información, esto hace que analicemos el problema mejor y seamos capaces de buscar soluciones.

martes, 11 de mayo de 2010

Nos arrepentimos más de lo que no hacemos que de lo que hacemos

Si hacemos algo puede salirnos bien o mal pero normalmente no nos arrepentimos mucho sobre el tema. Si echamos una ojeada hacia atrás en nuestra propia vida nos encontramos que solemos arrepentirnos mas de cosas que no hicimos que de lo que hicimos.
Esto nos puede ayudar a la hora de tomar decisiones sobre si hacer algo que nos apetece hacer pero que nos da un cierto miedo, la satisfacción si sale bien compensa el pequeño mal rato si no sale tan bien.
Os parecerá de sentido común pero, de la vida nadie sale vivo, el no hacer cosas por miedo a que salgan mal, como cuando no queremos relacionarnos más profundamente con alguien (a nivel de amistad o de relación de pareja), siempre es mejor tener mal de amores que....nada, al menos hemos vivido y sabemos que podemos volver a sentir.... cuando se nos pase. Además en muchas ocasiones, sale bien, esa persona con la que profundizamos realmente vale la pena como amiga/o o como pareja.

domingo, 9 de mayo de 2010

Cuando nos enfadamos lo peor es para nosotros.
En nuestra cultura tenemos la tendencia a separar los aspectos fisiológicos de los emocionales pero actualmente existe suficientes estudios e información que demuestran que nuestras emociones nos afectan físicamente.
Cuando estamos alegres sentimos energía y vitalidad, y cuando estamos tristes nos sentimos sin energía. Cuando estamos alegres nuestro sistema inmunitario funciona en plenitud de facultades pero cuando estamos tristes o ansiosos nuestro sistema inmunitario se deprime y somos vulnerables a la enfermedad.
El enfado suele repercutir en nuestra salud tanto física como emocional de una manera muy negativa, lo peor de todo es que por muchas ganas de hacer daño al otro, salvo que realicemos una acción directa encaminada a dañar, los más perjudicados somos nosotros mismos tanto si hacemos un daño a otro porque pagaremos las consecuencias y probablemente nos sentiremos culpables cuando ya se nos haya pasado. Aunque no hagamos daño, rumiando lo malo que es otro y lo injusto que es el mundo lo único que se consigue es sentirse mal y generarnos odio e infelicidad
El odio es el mayor enemigo de la felicidad propia, es difícil sentirse feliz cuando se odia a otras personas, y además da igual la intensidad con la que odiemos a alguien, salvo que emprendamos una acción directa nunca le lastimaremos porque esas emociones están en nuestra cabeza, no en la del otro y a los que nos hacen sufrir es a nosotros porque somos nosotros los que estamos pensando y sintiendo ese odio.
Y no digamos si para encima le pasa algo positivo a la otra persona. Por ejemplo, a alguien que nos cae fatal le toca la lotería.
La mejor manera de salir de los círculos del odio y del rencor es reconocer a los demás los mismos derechos que queremos para nosotros mismos, estos sería los derechos humanos. Además es interesante tomar conciencia de que somos responsables de lo que hacemos y pensamos nosotros mismos, pero no somos responsables de lo que hacen y piensan los demás, así que sólo nosotros podemos gestionar los aspectos emocionales que los demás despiertan en nosotros. Si alguien nos cae bien o mal esto está al margen de la otra persona, sólo nos afecta a nosotros porque en función de los sentimientos que nos genere nos sentiremos mejor o peor.
A la otra persona le da exactamente igual.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Desarrollo del juicio moral

El desarrollo del juicio moral pasa por diferentes etapas a lo largo de nuestra infancia y juventud, incluso en nuestra vida adulta. No todo el mundo llega a la última etapa del desarrollo moral pero si se llega estamos ante un ser humano completamente desarrollado y con las mayores posibilidades de ser feliz porque será independiente, autónomo, con capacidad crítica y respeto por uno mismo.
Los estadios son:
Nivel 1. Egoismo.
Estadio 1: Castigo: "No haré esto porque no quiero que me castiguen"
Estadio 2 : Recompensa. "No haré esto porque quiero que me recompensen"

Nivel 2. Aprobación social
Estadio 3: Relaciones interpersonales "No haré esto, porque necesito que la gente me quiera"
Estadio4: Orden social: "No haré esto porque estaría quebrantando la ley"

Nivel 3. Ideales abstractos
Estadio 4: Contrato social. "No haré esto porque no estoy obligado a hacerlo"
Estadio 5: Derechos universales. "No haré esto, porque no es justo, digan otros lo que digan"

La mayor parte de la gente se queda en el nivel 2. Para llegar a desarrollarse completamente lo único que hay que hacer es pensar sobre las cosas, argumentando. No contentarse con decir, creo que debería de suprimirse la pena de muerte porque si, hay que dar argumentos con una cierta lógica y coherencia para cualquier ideal que sostengamos, por ejemplo, sobre la pena de muerte se puede argumentar que los sistemas penales no tienen que estar en la idea de venganza sino en la de rehabilitación, apartar de la sociedad a aquellas personas que pueden poner en peligro la convivencia con lo demás y ayudarles a reintegrarse posteriormente (es solo un ejemplo y no me estiendo más).
Una manera de poner en tela de juicio nuestras creencias y avanzar en el desarrollo moral está en observar lo que los demás hacen diferente a nosotros e intentar entender ese punto de vista, razonar que es lo que tiene de positivo esa manera de hacer y de negativo así como lo positivo o negativo de lo que nosotros hacemos.
El nivel de los derechos universales sería característico de una persona que es responsable de sus actos digan lo que digan los demás, hace las cosas porque considera que es lo más adecuado, y afronta las consecuencias de sus actos, no tiene en cuenta lo que hacen los demás (ej: le grité porque me gritó), se le puede gritar y permanecer tan campante porque el no es responsable de los actos de los demás sino de los suyos propios.

Estos estadios fueron argumenados por Lawrence Kohlberg a finales de los cincuenta y se hizo un estudio de porcentages en que los chavales tenían un estadio u otro. El artículo es " El desarrollo moral de los niños" de William Damon del Temas 49 de la revista Investigación y Ciencia, Desarrollo del cerebro, desarrollo de la mente.