jueves, 30 de septiembre de 2010

Felicidad y pareja

Vivir en pareja puede hacernos muy felices o muy desgraciados. Según Michael Argyle "La psicología de la felicidad", Alianza Editorial 1992, pg 30 "Las personas casadas son por término medio, más felices que las solteras, divorciadas o viudas....en un metaanálisis de 58 estudios norteamericanos se encontró que la correlación total entre el bienestar subjetivo y el estar casado fue de 0.14, siendo mayor el efecto en los hombres que en las mujeres, mucho mayor en los jóvenes y más importante en los estudios antiguos....se ha confirmado con otros estudios en que variables como la educación, el nivel de ingresos, la ocupación y la edad se mantuvieron constantes. Los hombres solteros son menos felices que las mujeres solteras... la esposa proporciona más apoyo social al marido y es mejor confidente que ella, Las mujeres suelen recurrir a las amigas....
¿Por qué proporciona el matrimonio tanta satisfacción?
Los matrimonios felices tienden a tener más acciones verbales positivas y menos negativas, sobre todo críticas,...hay más acciones no verbales agradables (besos, regalos, conductas de ayuda...) y menos negativas, disfrutan más de la vida sexual, pasan más tiempo juntos, están de acuerdo respecto al dinero y poseen un enfoque de solución de problemas cuando tienen que tomar decisiones.... las parejas hablan mucho, esto se traduce en la creación de un mundo cognitivo compartido en el que cada uno apoya el punto de vista del otro....una pareja puede tener muchos momentos muy felices y gratificantes y también muchas peleas, la satisfacción general en el matrimonio depende de los dos. En un estudio se ha conseguido una buena predicción de la felicidad matrimonial restando a la frecuencia de la relación sexual el número de peleas. La satisfacción total depende del equilibrio entre ambos.
Bueno, esto es lo que nos cuenta Argyle en el libro que cito arriba.

Desde mi punto de vista de mujer casada, con hijos me gustaría compartir con vosotros algunas cosas que he aprendido en mi matrimonio.

1º Ser conscientes de que nuestra felicidad es nuestra responsabilidad, no podemos cargar a nuestra pareja con la tarea de hacernos felices, ni podemos admitir que nuestra pareja nos lo haga. Es imposible hacer feliz a otra persona que nos da esa responsabilidad, tarde o temprano actuaremos de manera diferente a sus expectativas y habrá una decepción. Nuestro estado de ánimo depende de como valoremos las situaciones, algo puede ser una decepción o una anécdota en función de como te lo tomes. (Por ejemplo, para mi el día de Reyes siempre fue muy importante, el primer año de casada tenía mucha ilusión... ya sabéis, una piensa que el marido va a adivinar lo que quieres y todo eso... Hollywood ha hecho mucho daño con sus películas románticas....fuimos a la feria de artesanía de Oviedo dos días antes, yo quería una cartera de cuero desde hacía tiempo, así que mi estupendo y flamante marido (nos habíamos casado en octubre), me pidió que escogiera la que más me gustase, así lo hice y me compró una, me dijo que era el regalo de Reyes, pero cual sería mi sorpresa cuando me levanto toda feliz ese día y no encuentro nada..., bueno, lógicamente no había nada de que sorprenderse, el ya me lo había dicho, pero yo no le creí, en mi casa el día de Reyes era sagrado y siempre te encontrabas algo en la zapatilla)
Supongo que todas las parejas tienen malentendidos como este, por cierto, después de decepcionarme decidí que lo mejor era explicarle que prefería que no acertase con el regalo pero que hiciera el esfuerzo de comprar algo pensando en mi y darme la sorpresa.
En muchas ocasiones este es el problema, el fallo en la comunicación, la convivencia está llena de roces, pero si no le dices a tu pareja lo que sientes, no puede saberlo, igual que si a ti no te lo dicen no lo vas a adivinar.

2º Aceptar al otro tal y como es, bueno, aquí el problema suele ser que no nos aceptamos a nosotros tal como somos y entonces es más fácil echar la culpa a otro que mirar a ver que nos pasa.
Paradójicamente cuanto más nos aceptamos a nosotros mismos, más a gusto solemos estar con nosotros mismos y hacemos que los demás se sientan mejor, creo que es una cuestión de confianza, alguien que se acepta a si mismo, se quiere y se respeta, además sabe que es una persona con puntos fuertes y puntos débiles, esto le dará mayor capacidad de entender las debilidades de los demás y tolerarlas, cuando veais a una persona que critica mucho, que es intolerante con los demás y sus costumbres, que te dice eso de " yo siempre voy con la verdad por delante...." (lo mejor es correr porque seguro que no te van a decir nada agradable), esa persona no se acepta a si misma y tiene una baja autoestima, necesita degradar a los demás para sentirse mejor.
Aceptarse a uno mismo lleva tiempo, conlleva entender que no tienes porque hacer todas las cosas bien, ni ser perfecto/a, conlleva respetarse (lleva implícito no admitir que no te respeten), ser conscientes que el pensar alguna barbaridad de vez en cuando no te convierte en mala persona, que ponerse a hacer algo y que no salga bien, solo significa que o necesitas más esfuerzo o que es algo que no se te da bien, darse cuenta de que, (esto va por las mujeres) si la casa no está todo lo limpia y recogida que "debiera" (vete tu a saber lo que significa esto) tu no eres mala persona, conlleva hacer un poco del mejor amigo nuestro, que es aquel que entiende tus debilidades y destaca tus virtudes.
Nuestra sociedad suele ser hipercrítica y tiende a juzgar continuamente, no se si os fijasteis pero continuamente oímos, Fulatina es una hortera, Citanito es un vago, Pinganito es un irresponsable..... este tipo de comentarios son juicios, no dan opción, emiten una sentencia irrevocable, si el aludido se entera probablemente se sentirá enfadado y dolido, comentarios mucho más respetuosos son... No me gusta la ropa que lleva puesta Fulanita o Citanito podría esforzarse más de lo que lo hace, o Pinganito no piensa a veces sobre las consecuencias de sus actos. Aquí hay posibilidad de cambio y estos comentarios no duelen de la misma manera que los anteriores, pueden molestar pero no doler.
Respetarse consiste en no juzgarse sino en conocerse y aceptarse, sin etiquetas. Todos tenemos bueno y malo, incluso regular dentro pero somos especiales por el mero echo de existir, y todos nos merecemos la felicidad.

3º Centrar la atención en lo positivo de nuestra pareja, esto es realmente útil, si destacamos todo lo que hace que nos gusta (y le informamos de ello) el ambiente será más agradable y la convivencia mejorará notablemente. Vamos a ver... cuando yo cocino intento hacerlo bien, porque para hacerlo mal ni me tomo la molestia, lógicamente unas veces las lentejas están para chuparse los dedos y otras veces...no (después de 10 años ya casi me salen bien siempre....)
Cuando cocino algo y no me que da bien me suele dar rabia, pero si para encima mi maridito me dice, vaya malas que están.... pues... en fin...si habitualmente mi marido me dijese lo mal que cocino, que si se me quedó un poco poco echo, está un poco duro, le falta sal, o azúcar.... al final, seguramente (conociendome fijo) le mandaría a hacer puñetas y le pondría a cocinar a él (yo no tengo mucha paciencia como podéis ver), cuando un hombre se pone a hacer las tareas de la casa (limpiar el polvo, atender a los niños, hacer camas...) de alguna manera (creo que la genética está implicada) tienen un punto de vista distinto al de muchas mujeres, esto conlleva muchos roces cuando se comparten estas tareas, las mujeres tenemos dos opciones (digo las mujeres porque a ellos les suele importar un pito), o lo dejamos tal cual (haciendo un esfuerzo sobrehumano), o se lo decimos. Con la última opción las posibilidades de que el vuelva a colaborar se reducen mucho (deben de estar de paciencia como yo con lo de la comida).
A un hombre no le han educado para ser un buen amo de casa, con suerte puede
que le hayan educado para ser independiente, y ya se puede dar con un canto en los dientes....en las mujeres en cambio el tema de la casa puede ser tremendo, que si la bayeta de no se que, que si la otra bayeta, un trapo para cada cosa y cada cosa con su trapo... y no vamos a hablar de DÓNDE exactamente debe estar cada figurilla, tapetito... ya sabéis el dicho de... una mujer solo con echar un vistazo ya sabe si alguien ha estado en casa (algunas hasta el DNI del que estuvo de visita).
En fin, las mujeres generamos muchas manías con el tema de la casa, bueno..., mientras esto no impida una convivencia normal y se tenga en cuenta lo que es importante y lo que no lo es... Hay que recordar que la casa es para vivir no para tenerla de exposición, que como tu tengas la casa es tu problema y si alguien tiene algo que decir no es problema tuyo, y que hay que buscar el equilibrio entre las manías de todos los miembros, la casa debe estar razonablemente limpia y recogida por un tema de salud y de que sea confortable y si lo pensamos bien, nada más.

4º El sexo, mantener la chispa sexual es importante en una relación de pareja, pero sobre todo es muy placentero..., por desgracia muchas mujeres (yo incluida) recibimos una educación muy negativa respecto al sexo, del estilo de eso no se hace, a las mujeres eso no les interesa... bueno, pues no, las mujeres (y los hombres) tenemos derecho a disfrutar de nuestra sexualidad, otro problema suele ser la falta de información (parece mentira eh..., existe poca información sobre la manera de vivir la sexualidad en la mujer), el sexo no es solo el coito sino que implica mucho más, abarca aspectos emocionales, anatómicos y fisiológicos, y aunque fisiológicamente el hombre y la mujer son bastante semejantes a nivel anatómico y sobre todo emocional son bastante diferentes, en cualquier caso intentar cambiar el punto de vista y buscar relaciones sexuales satisfactorias es un derecho y... merece la pena.
Por cierto, como curiosidad, por lo visto a las mujeres nos cuesta más tener orgasmos si tenemos los pies fríos, en el mismo estudio y ya más en serio encontraron que a nivel cerebral el orgasmo es una desconexión, por eso es tan importante que la mujer esté relajada.
Voy a recomendaros dos libros que están muy interesantes sobre sexualidad y sexo. "Tu sexo es tuyo" de Sylvia de Bejar 2003 y "Secretos sexuales de una cortesana. Consejos de una profesional" de Verónica Monet 2005, este último yo lo encontré en la librería Zentrozen, por internet y está realmente bien ameno, interesante y muy informativo.

Resumiendo, muy útil para la salud de la relación de pareja, es hablar claro y no esperar que el otro adivine, quererse y respetarse mucho a uno mismo (a los demás les gusta estar con gente así), aceptarse a uno mismo y al otro tal y como se es; centrar la atención en todo lo bueno de tu pareja (y rezar para que la pareja haga lo mismo con nosotros), no juzgar, disfrutar de la sexualidad...en fin, usar el sentido común, si algo te hace daño a ti, no lo hagas a tu pareja...
Besos y a disfrutar....

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Bego, es muy interesante lo que escribiste; ojalá haya muchas personas que puedan leer tus reflexiones.
Besos
María